Resident Evil: Extinction

Recuerdo bien hace unos años que salió la primera entrega de esta saga basada en el videojuego del mismo nombre. La película simplemente no llamó mi atención por diversos factores: no me gustan las películas de zombies, no me atrae tanto la sangre para verla en grandes cantidades en la pantalla grande y ni siquiera había jugado al famoso jueguito. Sin embargo, cuando salió la segunda parte, un amigo que en ese entonces era mi jefe me pidió que cubriera la premiere, de modo que accedí, pero antes de cumplir con este trabajo, decidí rentar la primera parte.

¿Cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta que las dos películas eran bastante buenas? Tal vez ninguna de los dos fueran los grandes clásicos, ni contaran con grandes historias o actuaciones, sin embargo, resultaban divertidas, con acción y con una dósis de sangre tolerable. Después de esto, me agradó la idea de una tercera parte, la cual mi niña me llevó a ver hace unos días.

Resident Evil: Extinction narra la historia de lo sucedido con Alice, así como con su famoso virus-T, el cual no sólo contagió al pesonal de Umbrella y de Ciudad Raccoon, sino ahora, del mundo entero. Una vez más, el objetivo de Alice y compañía es el de salvar a los escasos sobrevivientes y combatir a la compañía que busca tener control sobre su persona.

A pesar de mi interés por ver esta cinta, debo decir que me decepcionó ver grandes huecos entre la segunda y la tercera parte, pues mientras Apocalypse nos muestra a la protagonista controlada por Umbrella, en Extinction es desde el principio una mujer libre que continúa con su labor mata-zombies.

Los personajes han perdido bastante profundidad en relación a anteriores entregas, pues incluso esa tensión entre Alice y Carlos se nota forzada. Igualmente las locaciones resultan de poca ayuda, pues en las anteriores, la oscuridad y los espacios cerrados contribuían a generar tensión, que aquí desaparece al posicionar la acción en espacios abiertos e iluminados.

Y finalmente los zombies, que en su momento fueron respetables, pero que en esta última parte se notan falsos y acartonados, una caricatura de lo que fueron anteriormente. Incluso el villano principal se ve falso y no parece tan intimidante como fue Nemesis.

Lo cierto es que esta cinta deja a los espectadores esperando por mucho más, lo cual esperemos se manifieste en una aparente continuación. De lo contrario, podremos decir que lo mejor de esta saga ya ha pasado y lo que viene tal vez no valga mucho la pena.